Sergéi Mijáilovich Eizenshtéin, fue un director de cine y teatro soviético de origen judío. Su innovadora técnica de montaje sirvió de inspiración para el cine posterior.
Cuando tenía 25 años, Eisenstein puso fin a su carrera teatral, al ver la artificiosidad del resultado en su montaje de Máscaras de gas, donde, según sus propias palabras, «el carro se rompió en pedazos y el conductor se cayó de cabeza en el cine». Esto hizo que dejara el teatro y se centrara en el medio que le dio prestigio internacional, el cine.
Eisenstein fue un pionero del uso del montaje en el cine. Para Eisenstein, la edición no era un simple método utilizado para enlazar escenas, sino un medio capaz de manipular las emociones de su audiencia. Luego de una larga investigación en el tema, Eisenstéin desarrolló su propia teoría del «montaje».
Eisenstein no utilizaba actores profesionales para sus películas. Sus narrativas evitaban el individualismo y, en cambio, iban dirigidas a cuestiones más amplias de la sociedad, especialmente a conflictos de clases. Sus actores eran por lo usual personas sin entrenamiento en el campo dramático, tomadas de ámbitos sociales adecuados para cada papel.
Su principal mensaje político se basó en la organización, la participación y la lucha.
Sus ideales comunistas lo condujeron en varias ocasiones a conflictos con funcionarios del gobierno soviético. Stalin era consciente del poder del cine como medio de propaganda, y consideró a Eisenstein como una figura controvertida. Su popularidad se profundizó más tarde con el éxito de sus películas, entre ellas El acorazado Potemkin (1925), calificada una de las mejores películas de todos los tiempos.
El Cine al Servicio de la Revolución
Para comprender la obra de Sergei Eisenstein debemos ubicarnos en el proceso revolucionario ruso, de principios del siglo XX. En los primeros años de la Revolución Bolchevique, obstinado por la búsqueda de un cine que pudiera establecer un "puente" entre arte y revolución, entre las viejas y nuevas formas, Eisenstein comenzaba a producir una obra teórica y artística que hasta hoy es objeto de apreciación y estudios en todo el mundo - El cine como instrumento indispensable en la consolidación del proceso revolucionario.
De acuerdo con los principios definidos por Eisenstein, ese nuevo cine sintonizado con la revolución, debería "estar basado en la yuxtaposición de escenas, pequeños sketches, agitación-propaganda, actos circenses, comedias, en una combinación de comentarios, gesto, música, film, escenificación y otros elementos visuales en principio heterogéneos, aunque montados, en cuanto atracciones del mismo estatuto, en un conjunto que hace converger la tradición de los espectáculos populares y el nuevo espacio del music-hall urbano. La luz, los efectos de sorpresa y conmoción definen una relación tensa con el espectador, una especie de movilización por la agresión, por el choque, una multiplicación de estímulos". Esa agresión a los sentidos, tenían como principal objetivo despertar a los espectadores para una "conclusión ideológica final". Esa “conclusión”, que invariablemente se vinculaba a la lucha revolucionaria, debería ser alcanzada por los espectadores a través de la confrontación de los diversos elementos que componen un film.
El acorazado Potemkin
El acorazado Potemkin, es una película muda dirigida por el cineasta Sergéi Eisenstein. Se la considera una de las mejores películas de la historia cinematográfica. En 1925 se le encargó al director Eisenstein el llevar a cabo esta obra para elevar el espíritu de la revolución social creada en 1917 por la revolución bolchevique.
El acorazado Potemkin es una obra que significa un nuevo aporte a la narración cinematográfica en términos de lenguaje visual. Tras la genialidad de Griffith en el trabajo de escala de planos, Eisenstein observa otra función que puede realizar la cámara, introduciendo inclinaciones de cámara que dan como resultado un énfasis o una sensación distinta en lo que se relata.
Por otro lado, se trata de una película que refleja el espíritu de la época en que es realizada, donde todo elemento es utilizado como propaganda para la legitimación ideológica de una revolución naciente. En este sentido es valorable la exaltación del hombre común, sobre todo del oprimido que decide romper sus cadenas.
Una de las escenas más famosas en la historia del cine pertenece a esta película, cuando los cosacos disparan contra el pueblo inocente para acabar con el apoyo a los rebeldes. En ese momento, una madre es alcanzada por una bala mientras corría con un coche de bebé que rodará escaleras abajo al morir la madre. Esta escena ha sido homenajeada por directores famosos.
El acorazado Potemkin es una película parcialmente basada en hechos reales, que acontecieron en el puerto de Odesa (Ucrania) durante la semana del 26 de junio de 1905.
Los marineros del acorazado Potemkin ya están hartos de malos tratos, y cuando se les intenta obligar a comer carne con larvas de mosca, deciden sublevarse. Llena de imágenes expresivas, casi como un álbum fotográfico, El acorazado Potemkin representa la magnificación por la figura de las masas y las causas colectivas.
Estrenada en la primera década de la Revolución rusa (1925) constituye un rescate de la importancia del Potemkin en el proceso de la revolución fallida de 1905, antecedente de la rebelión de octubre de 1917.
Fuente: http://es.wikipedia.org/wiki/El_acorazado_Potemkin
http://es.wikipedia.org/wiki/Serg%C3%A9i_Eisenstein
http://www.buenastareas.com/ensayos/Eisenstein-y-El-Cine-Dialectico/539463.html